Aunque pueda parecer una insensatez, para algunos temerarios turistas la mejor manera de disfrutar sus tan ansiadas vacaciones es viajando a la cima de un volcán activo. Y es que el turismo volcánico se ha convertido en uno de los tipos de geoturismo más demandados en los últimos tiempos. Si bien en Chile esta clase de turismo se encuentra aún en vías de desarrollo, podemos decir con certeza que el volcán Chaitén en sí mismo constituye una verdadera joya geológica para estos intrépidos viajeros.
El volcán, ubicado en el corazón del Parque Pumalín, 10 km al norte de Chaitén, posee un sendero bien señalizado y en su ascenso es posible detenerse en distintos miradores y áreas de descanso para apreciar en todo su esplendor la fuerza con la que el volcán arrasó con su entorno natural. Es una experiencia sobrecogedora y de dificultad media, pero que debe hacerse con un guía local, para prevenir riesgos.
Desde el tramo que lleva al volcán se puede acceder también a campings y otros senderos del Parque Pumalín, de distintos niveles. Un ejemplo es el Sendero de Los Alerces, de una hora de duración. Otras actividades a realizar en esta reserva de más de 300 mil hectáreas son birdwatching, kayak, pesca con mosca, entre otras.