¿Se está muriendo nuestro mar?

Mayo 29, 2011. Archivado en categoría: Sin categoría

Héctor Kol

Conoce la industria salmonicultora por dentro. Llegó al sur en 1988, a hacer prospecciones para instalar balsas-jaulas en Chiloé. Afirma que nunca se investigó científicamente si el ambiente acuático austral era apto para esta actividad. Luego, las empresas -en su mayoría de capitales extranjeros- se aprovecharon de la ignorancia de las autoridades locales, regionales y nacionales para desarrollar la actividad bajo una debilidad normativa evidente, que permitió que todo el borde costero de Los Lagos y Aysén se llenara de centros en menos de 20 años.

Cree que la recuperación que supuestamente está viviendo esta industria es una mentira -opina que, si fuera verdad, las empresas no estarían despidiendo a sus empleados de manera masiva- y asegura que la salmonicultura se valió de los subsidios estatales, de la explotación laboral y de la destrucción de la naturaleza para crecer, elementos sin los cuales no puede subsistir.

¿Cuál fue tu experiencia en los inicios de la industria salmonicultora?

Fui contratado junto con un colega por Hatfield -hoy Ventisqueros- para hacer prospecciones. Nos pasaron muchas cartas marinas con unos polígonos marcados en el borde costero que indicaban los sectores que teníamos que prospectar. Esos sectores tenían que cumplir con las siguientes condiciones: tener 30 metros de profundidad, estar a 100 metros de la costa y con un oxígeno disuelto arriba de 8 mg por litro en la columna de agua. Medíamos la corriente del agua con varias naranjas atravesadas y unidas por hilo de pescar, las que lanzábamos al agua y entonces contábamos 10 minutos y calculábamos, según cuántos metros había corrido el carrete, la velocidad de la corriente marina. Así pusimos 500 centros en Chiloé, Llancahué, Isla Pelada, Canal Cholgo y otros lugares.

No fue demasiado científico…

La verdad es que jamás se hizo una investigación científica, sino que simples prospecciones de profundidades. Nunca se ha demostrado que estos ambientes marinos sean útiles o aptos para cultivar salmones. Además, cuando nosotros llegamos éramos en total tres biólogos en todas las empresas y ni siquiera podíamos compartir información entre nosotros. De hecho, por tratar de ayudarnos para combatir una marea roja, nos despidieron a los tres, en 1991.

¿Qué hiciste después?

Tras eso me he dedicado a seguirle la pista a esta industria, asesorando a distintas organizaciones, como las comunidades indígenas -ahora trabajo para las de Queilen y Pargua-, la Fundación Pumalín y los pescadores artesanales -con quienes trabajé por cuatro años-. Te puedo contar, por ejemplo, que ya en 1995 se producen las primeras mortalidades importantes, de un 30 a un 40% de la producción de ese entonces. También me encontré con muchas sorpresas. Por ejemplo, remitiéndome a lo ambiental, con declaraciones de impacto ambiental falsificadas, adulteradas o repetidas, con centros que empezaban a construirse en el 2009 y se terminaban el 2001, etc. Eso constituye falsificación de instrumento publico y perjurio y lo denunciamos en la Cámara de Diputados, en el Senado, en la Intendencia y de manera pública, pero nunca pasó nada.

¿Se han hecho estudios científicos serios para evaluar el impacto ambiental de esta industria?

El Dr. Sandor Mulsow, de la Universidad Austral de Chile, investigó en el 2006 los fiordos de Reñihué y Pillán, concluyendo que ambos sistemas alcanzaron un alto nivel de degradación y de pérdida casi absoluta de la diversidad marina por la acumulación de heces y de restos de alimentos para salmones en el sedimento bajo las balsas-jaulas, los que al descomponerse consumieron, finalmente, el oxígeno del agua intersticial de los sedimentos, imposibilitando la vida.

El mismo Mulsow se apresta a publicar los resultados del estudio ejecutado en el Estuario del Reloncaví, donde las condiciones de hipoxia (falta de oxígeno) en el medio acuático marino serían similares a las encontradas en Reñihué-Pillán.

Otros dos sectores extraordinariamente intervenidos por la actividad acuícola (salmonicultura y miticultura) en magnitudes que deben haber superado con largueza las capacidades de respuesta del medio acuático marino (“capacidades de carga”) a los desechos orgánicos y químicos que genera fundamentalmente la salmonicultura intensiva, son el Canal Caicaén e Isla Puluqui, en la comuna de Calbuco donde los servicios estatales operaron con total irresponsabilidad para la entrega de concesiones, pues son sistemas sin circulación de agua que fueron ocupados casi íntegramente.

Estos son sólo algunos ejemplos.

¿Significa esto que el Mar Interior de Chiloé y otros sectores, como los fiordos de Los Lagos y de Aysén, se están muriendo?

Sí. Es que estamos hablando de sectores donde no hay mayor circulación del agua. Es el caso de los mares de Hualaihué, el Mar Interior de Chiloé, los fiordos de Aysén -donde las condiciones son más desfavorables por la mayor cantidad de archipiélagos, los que interrumpen constantemente las corrientes- y Magallanes, que es una verdadera taza, casi sin corrientes, donde la profundidad es de 300 metros pero la zona de intercambio de agua es de 16 metros, y donde hay sectores llenos de solicitudes de concesiones. El problema es que lo que ahí tiras, ahí se queda. Por las condiciones de Magallanes, toda la destrucción que se llevó a cabo en 20 años en Los Lagos y Aysén, allá se puede realizar en dos años.

¿El recambio de agua no es algo que se tome en cuenta a la hora de otorgar las concesiones?

No. Antes de instalar un centro, ponen un corrientómetro por 24 horas, entonces pillan las dos mareas altas y las dos bajas y con eso hacen la declaración de impacto ambiental. Claramente, no basta con hacer una medición de un día para evaluar la instalación de un proyecto de duración indefinida. Eso no podía resultar y está demostrado que no resultó.

¿Y tampoco se ha estudiado la capacidad de carga del sedimento submarino?

Nunca se hizo un estudio concienzudo para decir cuánta cantidad de desechos orgánicos es capaz de tolerar el sedimento, es decir, cuánta materia orgánica es capaz de acumular sin que el oxígeno llegue a 0, lo que equivale a un sedimento muerto. Existen estimaciones de que la cantidad de materia orgánica que descargaron en el Mar Interior de Chiloé fue equivalente a la que produciría una población humana de entre 11 y 15 millones de habitantes. Nada podía resistir eso, y por eso esto se murió.

Como no hay oxígeno en el agua, los choritos no crecen y la pesca artesanal desaparece, a lo que se suma la existencia de grandes bolsones de piojos (caligus), que los peces evitan. A eso hay que agregar los más de 2 millones de salmones enfermos que la industria soltó para ahorrarse el tratamiento o la matanza y que se comieron todo lo que pillaron. Sin duda, son muchas las causas de la escasez de pesca silvestre, así que echarle la culpa al lobo marino no tiene sentido.

El desastre de los antibióticos y el Estado salmonicultor

Es otro de los aspectos que preocupan a Héctor Kol quien afirma que en Noruega, Marine Harvest declaró que el 2007, para producir una tonelada de salmón, utilizó 0,02 gramos de antibióticos. En Chile, la misma empresa usó 756 gramos por tonelada de salmón, es decir, 37.600 veces más que en Noruega.

¿Por qué? Según el, porque estamos en un Estado salmonicultor, que ha protegido e incluso subsidiado, desde un comienzo, el desastre ambiental y social provocado por esta industria. “Todo se ha hecho de manera legal, porque en Chile no hay restricciones a las cantidades de drogas disueltas en los alimentos que se administran a los peces, de las que un 40 a un 90% se inyectan directamente en el medio acuático como desecho tóxico.Tampoco hay restricciones para el uso de pesticidas o desinfectantes”.

¿Qué otros aspectos dan cuenta de este denominado Estado salmonicultor?

Por ejemplo, Noruega licita los volúmenes de agua. El Estado dice que hay 300 mil metros cúbicos, en tal sector, para producir una determinada cantidad, en cambio acá el empresario decide dónde, cuánto y qué especies producir.

En Chile, las empresas pagan 70 mil pesos por hectárea de mar. Pero no se les cobra en metros cúbicos sino que en metros cuadrados. Es decir, pueden cultivar todos los salmones que quieran, pagando lo mismo, porque nadie les limita la profundidad a la que pueden trabajar. Además, lo oficial es que se cultiven 15 kilos en un metro cúbico, pero tras la crisis del ISA se supo que era normal que cultivaran entre 30 y 40 kilos por metro cúbico.

A esto se suma el escaso valor de las patentes que estas empresas pagan a los municipios, especialmente a aquellos como el de Hualaihué, donde no hay casas matrices. Por eso es que comunas como Hualaihué o Cochamó siguen siendo pobres, pese a la presencia de estas empresas desde hace más de 20 años. Además, el Estado ha subsidiado a los trabajadores de las empresas salmonicultoras. Pero, sin duda alguna, lo más grave ha sido la privatización del mar que se llevó a cabo para salvar a esta industria.

¿A qué te refieres con la privatización del mar?

Ya que la industria, especialmente tras la crisis del ISA, se encuentra tremendamente endeudada con la banca privada, en marzo del 2010, el último día del Gobierno de Michelle Bachelet, se modificó la Ley General de Pesca y Acuicultura para permitir, entre otros aspectos, que las concesiones acuícolas pudieran ser hipotecadas ante los bancos. Ese fue un salvataje para la banca privada, incapaz de dar por perdidos esos miles de millones de dólares que le transfirieron, como créditos, al gran mito de la salmonicultura chilena. Un mito que, cuando se derrumbe definitivamente, dejará en manos de los bancos a nuestro mar, tal como sucedió con las aguas continentales, también en manos privadas.

Salmonicultura: Insustentable por definición

Es lo que sostiene Héctor Kol. “La salmonicultura induce a la sobreexplotación pesquera. Puedes criar salmones hasta que se acaban los peces para fabricar su alimento. ¿Que cómo lo hacen en Noruega y los demás países desarrollados? Compran los pescados en Chile, Ecuador y Perú. Nosotros alimentamos a sus salmones”, responde. Más información sobre estos temas en el blog http://sinrepresassinsalmoneras.blogspot.com/

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