En total son ocho las grandes represas que se quieren edificar en la Región de Aysén. Cinco por parte de la Sociedad HidroAysén (compuesta por Endesa Chile y Colbún), que proyecta dos represas en el Río Baker y tres en el Pascua, inundando 5.910 hectáreas, y tres por parte de Energía Austral, en los ríos Cuervo, Blanco y Cóndor.
Las cinco centrales de HidroAysén, con un costo de construcción de 3.200 millones de dólares en diez años, tendrían una potencia instalada de 2.750 MegaWatts (MW) y una capacidad de 18.430 GigaWatts (GW) de energía media anual, que se transmitirían al Sistema Interconectado Central (SIC), que abastece a más del 93% de Chile. Energía Austral proyecta una potencia instalada de más de 1.000 MW, que también pasarían al SIC.
En agosto de 2008 HidroAysén presentó su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el que recibió más de tres mil observaciones negativas por parte de distintos servicios públicos. Tras ello, la sociedad solicitó una suspensión de la tramitación ambiental por nueve meses para poder responder las consultas. La fecha límite para el plazo legal de la tramitación del proyecto es el 12 de noviembre de este año, aunque podría extenderse aún más.
En el caso de Energía Austral, en enero de 2007 esta sociedad presentó un primer estudio para la central Río Cuervo, el que fue rechazado. Actualmente se encuentran trabajando en un nuevo estudio de ésta y las demás centrales, los que deberían presentarse durante este año.
A estas represas hay que sumar dos más que se pretenden construir en los ríos Puelo y Manso y otras asociadas a los derechos de agua que poseen y que están solicitando las mismas grandes empresas en los ríos Palena, Figueroa, Cisnes, Ibáñez y muchos más.
Argumentos a favor y en contra
Estos proyectos han desatado una fuerte polémica, encabezada por el Consejo de Defensa de la Patagonia, que aglutina a más de 40 organizaciones nacionales e internacionales y que dio origen a la campaña “Patagonia Sin Represas”.
“Nosotros no nos oponemos a la hidroelectricidad, sino que a las represas y a todo el impacto que producen”, afirma Patricio Segura, periodista del consejo y de la asociación Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida (ARV).
El argumento principal de estas agrupaciones es si vale la pena convertir a la Patagonia en la reserva energética de Chile, lo que implicaría sacrificar la característica esencial de esta zona: sus paisajes inmaculados, que constituyen un atractivo turístico y medio ambiental de nivel mundial. Sobre todo, considerando que hay otras maneras mucho más sustentables de generar energía.
“Lo que apoyamos nosotros es un modelo de desarrollo equitativo y equilibrado entre los factores económicos, sociales y ambientales. Se trata de un desarrollo a escala humana, participativo y sustentable, valorizando las extraordinarias cualidades naturales y culturales de la región”, agrega Patricio Segura. Por ello es que la Coalición ARV trabaja, en conjunto con actores públicos y privados, potenciando las actividades que se ajusten a este modelo de desarrollo y defendiendo las que lo amenacen, como estos megaproyectos.
Otro argumento en contra, y esto incumbe a Hualaihué como comuna, es que para llevar toda la energía que se genere a Santiago, desde donde se transmitirá al SIC, se requerirá de un cableado de corriente continua compuesto por miles de torres de alta tensión de cerca de 70 metros de altura. Este sería de unos 2.300 km, necesitaría una franja despejada de 70 metros de ancho, cruzaría parques y reservas nacionales, nueve regiones y 80 comunas, entre las que se encuentra la nuestra.
Como esta energía va dirigida al SIC, no habría una reducción de los costos de la energía para los habitantes de estas comunas. Esta seguiría siendo igual o incluso más cara. Transelec, empresa encargada del cableado que, al igual que HidroAysén, no atendió a nuestras peticiones de entrevista, aún no ha dado a conocer los detalles del proyecto ni si éste beneficiará de alguna manera a las comunas afectadas. Al parecer, presentaría su EIA en el segundo semestre de este año.
Por otra parte, en el sitio web de HidroAysén aparece que este proyecto, que responde a una “urgente necesidad energética de Chile, se plantea como una alternativa sustentable, eficiente, estratégica y limpia, que respeta a los ayseninos, su identidad y recursos naturales”.
Además se menciona que traería muchos otros beneficios, como la creación de puestos de trabajo, de mayores oportunidades de educación y de una mejor conectividad, porque para llevar a cabo estas megaobras se arreglarían y construirían nuevos caminos. De hecho, HidroAysén ha realizado capacitaciones de diversa índole y otorgado algunas becas educacionales, entre otras acciones.
Naturalmente, no se habla de los rellenos sanitarios en que se depositarán las miles de toneladas de residuos que se irán produciendo durante la construcción de las represas ni de que los puestos de trabajo serán ocupados en su mayor parte por mano de obra especializada, la que no se encuentra precisamente en la Región de Aysén.
Hualaihué y la Provincia de Palena
“Se viene la etapa en que la empresa va a empezar a pasar y avanzar y como comuna tenemos que estar alineados en una posición cuando llegue la instancia de la participación ciudadana”, dice Marco Arteche, quien ha estado llamando a reuniones periódicas y abiertas para discutir acerca de este tema en nuestra comuna.
Agrega que “el mensaje que queremos transmitir es que naturalmente nosotros no podremos compensar el dinero que los vecinos podrían ganar si dejan pasar estas torres por sus terrenos, pero queremos que sepan que el daño que esto provocaría en nuestra comuna sería irreversible, tanto desde el punto de vista estético como medio ambiental. Si bien estoy de acuerdo en que Chile necesita energía y que la que está más a mano es la hidroeléctrica, no estoy de acuerdo en que por eso se tenga que afectar nuestro territorio”.
Si bien se habían escuchado voces de que, por lo menos en algunos tramos, el tendido sería submarino, al parecer también se está barajando la posibilidad de que éste vaya por el borde costero de Hualaihué. Freddy Ibacache tampoco tiene claridad acerca del proyecto, pero opina que ¨si queremos darle un sello turístico a nuestra comuna, que es mi objetivo, no podemos tener torres atravesándonos. Pero antes de pronunciarnos es importante conocer mejor los detalles”.
En otros lugares como Palena y Futaleufú se están movilizando fuertemente para oponerse al paso de las torres de alta tensión. Y no sólo contra eso luchan. “Tenemos la amenaza de una represa en el Río Futaleufú. Endesa compró los derechos de agua y en cualquier momento puede echar a andar el proyecto”, dice Ervin Redlich, Secretario de la Organización Aguas Libres de Futaleufú.
Añade que “si se llegan a construir las represas en la Patagonia, posteriormente va a ser mucho más fácil seguir represando ríos en todo el sur, porque ya se va a contar con la línea de transmisión. Ahora, si nos oponemos a algo que la gente puede ver como una oportunidad de desarrollo, tenemos que proponer algo a cambio y por eso es que estamos trabajando firme con Patagonia Verde (Palena Emprende) potenciando otras alternativas de desarrollo que no afecten el medio ambiente”.
Las autoridades provinciales y regionales no se han pronunciado ni a favor ni en contra de estos proyectos. Tampoco los senadores ni los diputados de nuestra región tienen una postura definida ni han discutido al respecto, aunque tanto el diputado Gabriel Ascencio como el Senador Carlos Kuschel coinciden en que habría que buscar las alternativas que menos daños ocasionen a la zona.