Por Katherine Sandoval, enfermera del CESFAM de Río Negro – Hornopirén
La enfermedad Coqueluche, también conocida como Tos Ferina o Tos Convulsiva, es una afección respiratoria producida por una bacteria llamada Bordetella Pertusis.
Especialmente propensos son los niños menores de 6 meses que aún no completan su esquema de vacunación de tres dosis (2, 4 y 6 meses respectivamente). Si no se trata a tiempo, puede derivar en complicaciones e incluso en la muerte del lactante.
Los niños con vacunas al día están protegidos, pero esta inmunidad dura alrededor de 8 a 10 años y luego se pierde. Por esta razón los adultos actuamos como reservorio de la enfermedad y fuente importante de infección para los lactantes.
Como es de conocimiento nacional, los casos de Coqueluche han aumentado considerablemente, manteniéndose como un brote epidémico. A la fecha, la Región de Los Lagos es la segunda con la tasa más elevada a nivel país, con al menos 90 casos afectados por esta enfermedad en los últimos 4 meses y, lamentablemente, con un fallecido.
Por ello, el Ministerio de Salud ha implementado una estrategia de vacunación “capullo”, que consiste en proteger indirectamente a los lactantes, mediante la vacunación de los adultos más cercanos.
El publico objetivo a vacunar son las puérperas (madres recientes), padres, hermanos y familiares de 12 años y más, incluyendo cuidadoras, que convivan todo el día con el recién nacido. También, el personal de salud asistencial en contacto con recién nacidos y lactantes.
Para lograr la protección del recién nacido deben vacunarse sus contactos intradomiciliarios idealmente 2 a 3 semanas antes del parto. Durante el control ginecológico de la embarazada se le explicará la necesidad de proteger al recién nacido con la vacunación anticipada de los contactos. Las madres de los recién nacidos se vacunan inmediatamente tras el parto, antes del alta.
Esta estrategia se extenderá hasta el mes de diciembre y luego se evaluará si se continúa en el tiempo. Para consultas, diríjase al vacunatorio del CESFAM de Río Negro – Hornopirén.
