Por Oficina de Difusión Ilustre Municipalidad de Calbuco
En una sencilla pero emotiva ceremonia, la comunidad de la escuela El Sembrador de Chope, en representación de isla Puluqui, y la comunidad de Calbuco en general, le rindió un homenaje al Padre Antonio Van Kessel al cumplir 50 de sacerdocio, quien actualmente se desempeña en Hornopirén, pero que estuvo durante casi 30 años en Calbuco y Chope dejando una huella indeleble en sus habitantes.
El Padre Antonio llegó a Calbuco un 25 de octubre de 1962. Desde entonces y hasta el 1º de abril de 1990, fecha en que dejó la ciudad, no sólo fue el cura del pueblo, sino que se transformó en impulsor de la cultura, acogedor de personas en dificultades y, sobre todo, en un gran amigo de muchos.
Antonio Van Kessel nació en Boekel, al sur de Holanda. Cursó sus estudios básicos en el seminario menor de la Sagrada Familia y la secundaria en la misma congregación desde donde se ordena sacerdote el 23 de julio de 1962.
A nuestro país arribó tras 6 semanas de viaje en barco, se vino al sur en tren, sin hablar español. Se quedó en Calbuco hasta marzo del 63 aprendiendo el idioma, la idiosincrasia y la cultura chilena, posteriormente se fue a hacer cursos de español y pastoral y en octubre del mismo año volvió para quedarse hasta el 1 de abril de 1990, fecha en que se hizo cargo de la parroquia de Río Negro-Hornopirén.
El Padre Antonio destacó por la construcción de capillas en muchas comunidades rurales, también fue gestor e impulsor de la construcción de la posta de Chope, de la escuela Amelia Ojeda de Ditzel, actual Colegio San Miguel, así como de la primera red de agua potable en Chope. Además, Van Kessel fomentó la institución de los fiscales y las fiestas religiosas, como la Fiesta de los Indios. Fue férreo defensor de los derechos humanos durante la Dictadura Militar, protegiendo a perseguidos y resguardando la libre expresión fundando la revista literaria “Araña Gris”.
En la ceremonia de homenaje estuvieron presentes el Alcalde de Calbuco Rubén Cárdenas Gómez, quien entregó un reconocimiento en nombre de la comuna de Calbuco, también estuvieron el Concejal Ramón Andrade, el Cura Párroco Francisco Núñez, el procurador de la Fiesta de los Indios, fiscales de diferentes capillas, alumnos y público en general. Todos le agradecieron sus innumerables obras, que lo transformaron en uno de los personajes más queridos y admirados de la historia calbucana.
