Partamos por lo básico. ¿Qué es el abuso sexual infantil? Entenderemos por abuso sexual infantil cualquier conducta de tipo sexual que se realice con un niño o niña, incluyendo las siguientes situaciones:
– Tocación de genitales del niño o niña por parte del abusador/a.
– Tocación de otras zonas del cuerpo del niño o niña por parte del abusador/a.
– Incitación por parte del abusador/a a la tocación de sus propios genitales.
– Penetración vaginal o anal o intento de ella, ya sea con sus genitales, con otras partes del cuerpo, o con objetos, por parte del abusador/a.
– Exposición de material pornográfico a un niño/a (revistas, películas, fotos).
– Contacto bucogenital entre el abusador/a y el niño/a.
– Exhibición de sus genitales por parte del abusador/a al niño o niña.
– Utilización del niño/a en la elaboración de material pornográfico.
Estas situaciones se pueden dar ya sea en forma conjunta, sólo una de ellas, o varias. Pueden ser efectuadas en un episodio único, en repetidas ocasiones o hasta en forma crónica por muchos años.
¿Quiénes abusan sexualmente de los niños y niñas?
No existe un perfil específico de un abusador sexual infantil, sin embargo, mayoritariamente los niños y niñas son víctimas de abuso sexual por parte de personas de su propio entorno, ya sea conocidos de la familia, vecinos, familiares o los propios padres. Generalmente, el abusador/a posee alguna relación de autoridad con el niño o niña, existiendo respeto, confianza y cercanía.
¿Cuáles son las creencias erróneas que existen en relación al abuso sexual infantil?
En nuestra sociedad existen una serie de mitos que contribuyen a la invisibilización del abuso sexual infantil, propiciando su aparición y mantención. Revisaremos algunos de ellos a continuación:
“El abuso sexual es sólo cuando ocurre una violación o penetración por parte del abusador/a”.
Falso: El término abuso sexual implica una serie de conductas de tipo sexual que se realizan con un niño o niña, dentro de las cuales se encuentra la violación.
“El abuso sexual infantil es poco frecuente o no existe”.
Falso: El abuso sexual infantil constituye una forma de maltrato infantil altamente frecuente en nuestra sociedad. No obstante, el temor de los niños/as víctimas a develar la situación, así como las aprehensiones de los padres o cuidadores al sospechar de una situación de abuso, hacen que los casos que se denuncian aún constituyan un porcentaje menor en comparación con el universo total de afectados.
“Los agresores sexuales son enfermos mentales”.
Falso: La mayoría de los abusadores/as sexuales, si bien presenta algún tipo de trastorno psicológico, realiza los abusos en conciencia, sin ningún estado de enajenación mental propio de alguna patología psiquiátrica, evidenciando incluso una adaptación normal en el resto de los ámbitos de su vida.
“Los abusos sexuales son fáciles de detectar”
Falso: Múltiples son las razones que dificultan la identificación del abuso, tales como: miedo del niño/a a castigos, amenazas del abusador/a hacia el niño/a, temor del niño/a a que no le crean o a que lo culpen y, tal vez la más importante, es que como adultos no estamos preparados para hacerle frente a una realidad como ésta, resultándonos más simple pensar que no está sucediendo realmente.
“Los niños o niñas generalmente mienten cuando señalan que están siendo víctimas de algún abuso”.
Falso: La conducta natural de los niños/as es decir la verdad cuando algo les afecta o les está haciendo daño. La mentira, que si bien se puede dar en otros ámbitos o situaciones de la vida de un niño/a, corresponde más bien a la fantasía. La probabilidad de que un niño/a elabore como fantasía una situación de abuso sexual es bajísima, por lo tanto, cuando un niño/a nos expresa que algo así le ha ocurrido, lo más probable es que estemos ante una situación de abuso real.
“El abuso sexual infantil ocurre sólo cuando hay pobreza”.
Falso: El abuso sexual infantil ocurre en todas las clases sociales y estratos socioculturales. Lo que sucede es que en clases con mayores recursos económicos se tiende a ocultar aún más la situación.
“El abuso sexual es provocado por la víctima”.
Falso: Cualquier conducta del niño/a que ha sido víctima de una situación de abuso puede ser entendida por el agresor/a como una provocación, como una forma de justificar su propio comportamiento. Tras esta creencia se encuentra sólo un intento de culpabilizar a la víctima de su propio comportamiento abusivo.
“El abuso sexual infantil ocurre en lugares solitarios y en la oscuridad”.
Falso: La mayor parte de los abusos sexuales infantiles son cometidos por personas conocidas. Por lo mismo, generalmente ocurren en espacios familiares, dentro del entorno del niño/a y a cualquier hora del día.
“Los abusos sexuales afectan a niños/as mayores o adolescentes”.
Falso: Los abusos sexuales pueden afectar a niños/as de diversas edades, siendo el grupo más vulnerable los niños o niñas menores de 12 años, encontrándose casos de niños/as abusados sexualmente incluso en rangos menores a los 2 años de edad.
Fuente: Guía Básica de Prevención del Abuso Sexual Infantil. Ps. Valeria Arredondo Ossandón. ONG Paicabí. Para mayor profundización en el tema, sugerimos las guías educativas disponibles en la página www.sename.cl. Pueden enviar sus consultas al correo psicosocialantupiren@gmail.com.