El aporte de las frutas del verano

Enero 5, 2012. Archivado en categoría: Sin categoría

Sandía: Contiene antioxidantes, que previenen el envejecimiento y aporta vitaminas A, C y B1. Esta última mejora el apetito y ayuda al buen funcionamiento del sistema nervioso. Es una fruta altamente rica en agua. Por tanto, tiene efectos diuréticos y es ideal para hidratarnos en los días de más calor.

Melón: Es una fruta muy rica en azúcares (fructosa), lo que la hace muy energética, pero liviana a la vez, al igual que la sandía. Sus betacarotenos lo convierten en un aliado contra el cáncer y las dolencias cardíacas. Fortalece los dientes, mejora la piel y el estado de ánimo. Al igual que la sandía, es un excelente hidratante, porque contiene mucha agua, además de proteínas, vitaminas C, A y B y fibra.

Frutilla: Aporta pocas calorías, pero una gran cantidad de antioxidantes, como la vitamina C y bioflavonoides, los que neutralizan el efecto de los radicales libres, que favorecen el envejecimiento acelerado. Además, ayuda a eliminar toxinas, ayudando a lucir una piel fresca. Mejora la absorción del hierro y previene infecciones y resfríos. Buena fuente de agua y fibra.

Durazno: Diurético, laxante y fácil de digerir, limpia los riñones y la vesícula. Rico en betacarotenos, se usa en los procesos antiinflamatorios. Por su alto contenido en magnesio, muchas mujeres lo toman antes de la menstruación. Aporta vitaminas A, C, E, los mejores antioxidantes existentes en la naturaleza, además de vitaminas B3, ayudando a aprovechar mejor la energía de los alimentos.

Damasco: Al igual que la frutilla, aporta vitamina E, encargada de proteger las grasas de los tejidos contra la oxidación, neutralizando el efecto de los radicales libres (los que favorecen el envejecimiento celular acelerado). Por tanto, tiene importantes efectos rejuvenecedores. Al aportar vitamina A, favorece la salud de la piel, ojos, dientes, encías y cabello.

Uva: Tiene mucha fibra, lo que facilita la digestión. Ayuda a reducir el ácido úrico, a prevenir dolencias reumáticas y a eliminar los cálculos renales. Regula el sistema nervioso, el nivel de glucosa en la sangre y la glándula tiroidea. Es una fruta altamente rica en agua, por ello, tiene efectos diuréticos y es ideal para hidratarnos en los días de más calor.

Ciruela: Retrasa el envejecimiento celular. Es laxante y tiene ácido oxálico, empleándose para tratar problemas digestivos. Contiene fibra soluble, que ayuda a reducir el colesterol en la sangre. Tiene vitaminas C y antioxidantes que ayudan a un aspecto más joven.

Cereza: Proporciona vitaminas A y C, además de fibra, potasio y flavonoides. Es decir, también es un excelente antioxidante. Es rica en caroteno, hierro, magnesio, cobre y zinc y su proporción de calcio y fósforo está muy equilibrada.

Frambuesa: Es una fruta diurética que neutraliza el ácido úrico y la gota. Es rica en ácido cítrico, pectina y fructosa. Aumenta el apetito, por lo que se recomienda a personas enfermas. Aporta vitaminas A, C, minerales y ácido fólico (contribuye al crecimiento normal del feto, ayuda a mantener las funciones del tracto intestinal y además previene algunas formas de anemia).

¿Cuánto comer?

Es importante comer estas ricas frutas en las porciones correspondientes, porque también aportan azúcar. Una buena manera de guiarse es comer la cantidad que quepa en una mano.

Ejemplos de porciones de frutas (por vez):

  • 1 y ½ taza de frambuesas o frutillas
  • Un racimo o 1 y ½ taza de uvas
  • 3 ciruelas
  • 1 durazno mediano
  • 2 damascos
  • 1 y ½ taza de sandía o un trozo en forma de media luna
  • 1 y ½ taza de melón o un trozo en forma de media luna

Frutas salvadoras

El consumo adecuado de frutas, por su alto aporte de fibra, vitaminas, compuestos fitoquímicos y minerales, puede salvar cada año hasta 2,7 millones de vidas (Organización Mundial de la Salud, 2004).

Agradecimientos: Carol Quintana Muñoz, nutricionista del CESFAM de Río Negro – Hornopirén.

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