Todos estamos al tanto de la realidad de la basura en Hualaihué, comuna en la que los residuos no pasan por ningún proceso de clasificación ni compactación y en la que los camiones recolectores se limitan a depositarlos en un vertedero irregular, porque no cumple con las condiciones que las normativas ambientales y sanitarias exigen a los rellenos sanitarios.
Esto, pese a que a este basural, situado en el sector de Los Canelos, Hornopirén, se le han hecho arreglos como la construcción de un canal para la evacuación de aguas lluvias y la implementación de un container para la portería.
Ante este complejo panorama, que se repite en las demás comunas de Palena y también en las de Chiloé, la CONAMA (Comisión Nacional del Medio Ambiente) presentó al Fondo Nacional de Desarrollo Regional del BID Turismo el estudio “Diagnóstico para la Gestión de los Residuos Sólidos en las Provincias de Chiloé y Palena”, cuya finalidad es la Creación de un Sistema de Gestión Sustentable de Residuos Sólidos en estas provincias.
Con este sistema se debiera solucionar el tratamiento y/o disposición de este tipo de desechos, lo que traerá beneficios para la salud de la población de Hualaihué e impulsará un desarrollo sustentable de la actividad turística.
El Grupo de Residuos Sólidos (GRS) de la Escuela de Construcción de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), a cargo de la ejecución del proyecto, emitió en agosto del año pasado un informe en el que se consigna que el Plan de Cierre y Sellado del vertedero de Hualaihué, ingresó, junto con los de otros nueve vertederos de las 14 comunas contempladas en el estudio, al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) de la CONAMA. La aprobación de este plan y el posterior cierre definitivo del vertedero es el primer paso para darle el vamos definitivo al nuevo relleno sanitario.
Las características del nuevo relleno sanitario
El “Centro de Manejo y Disposición Final de Residuos Sólidos de la Comuna de Hualaihué” contempla la utilización de 4,91 hectáreas ubicadas en el sector de Chagual y dará solución a la situación de los residuos sólidos domiciliarios de Hualaihué en un horizonte de 20 años, cumpliendo a cabalidad con la normativa ambiental vigente.
El proyecto consta de dos áreas de relleno. La Etapa 1 tiene una superficie de 17.828 metros cuadrados y la Etapa 2, de 10.750 metros cuadrados. Contempla también instalaciones administrativas y operacionales (4.899 metros cuadrados), una plataforma de manejo ambiental de 2.735 metros cuadrados (para reciclaje de ciertos materiales) y 12.888 metros cuadrados para accesos y áreas de protección.
Para dar a conocer este proyecto entre los habitantes de la zona es que se han realizado distintas actividades de Participación Ciudadana Temprana. En una primera etapa, el equipo de la PUCV efectuó un diagnóstico o levantamiento de información, entrevistando a distintas personas de la comunidad y de los alrededores del lugar en el que se situará el relleno.
La segunda etapa consistió en la Reunión de Participación Ciudadana Temprana, llevada a cabo el 17 de abril en la sede social de Chagual , a la que asistieron, por parte del GRS de la PUCV, el socioeconomista Cristián Salinas y el Doctor Ingeniero Marcel Szanto Narea, quien lidera el equipo multidisciplinario a cargo de este proyecto. Estuvieron también Freddy Ibacache y cerca de 50 habitantes de Chagual y otras localidades cercanas.
En la ocasión, los vecinos manifestaron sus inquietudes en torno al proyecto de relleno sanitario, centrándose sus preocupaciones en cómo asegurarán los ejecutores del proyecto que la zona no se contaminará y que los residuos no se botarán de manera irregular como sucede en la actualidad, dudas que el académico Marcel Szanto respondió basándose en los estudios de ingeniería aplicados y en su amplia experiencia nacional e internacional en el tema.
El pescador Patricio Ruiz, por ejemplo, planteó sus temores en torno a la contaminación que podría sufrir el mar, algo que según los expertos no sucederá ya que gracias a los estudios de impermeabilización y de drenaje respectivos, entre otros, se calculó exactamente las medidas que deberán tener cada una de las capas del relleno y los canales de aguas lluvias, entre otros elementos que asegurarán que no se producirá un daño ambiental en la zona.
Respecto a lo mismo, el alcalde Freddy Ibacache, cuando se dirigió a los presentes, dijo que “pueden estar tranquilos porque aquí hay un proyecto que se está desarrollando y que tiene que pasar por una serie de etapas, que incluyen la participación ciudadana para que ustedes estén al tanto de todos los avances. Y pueden estar seguros de que con este proyecto se pretende cambiar nuestra realidad actual en torno al manejo de los residuos sólidos y por ningún motivo trasladar lo que tenemos hacia otro sector”.
La importancia del reciclaje
Especial énfasis puso el experto Marcel Szanto en el tema del reciclaje. “No se trata sólo de botar, sino que de separar previamente la basura para así optimizar al máximo el relleno sanitario y velar por la sustentabilidad ambiental”, expresó en la Reunión de Participación Ciudadana temprana.
Lo que se espera es introducir, junto con este nuevo relleno sanitario que debiera entrar al SEIA el próximo 30 de agosto, una mentalidad distinta en torno al manejo de la basura, puesto que mucho de lo que botamos actualmente se puede reciclar.
Para esto son las instalaciones de manejo ambiental contempladas en el proyecto, en las que se podrán recopilar los envases de plástico, vidrio, cartones y otros materiales que se pueden volver a utilizar o que se pueden vender, con lo que incluso se podrían generar nuevas fuentes de empleo.
Podemos partir desde ya con esta nueva manera de enfrentarnos a los residuos sólidos domiciliarios, acostumbrándonos a recolectar los envases de vidrio, aluminio y plástico en nuestras casas (éstos se pueden llevar a Puerto Montt, donde hay fundaciones como Wale, que recicla todo tipo de materiales), botando las pilas en los containers dispuestos para ello en los principales supermercados de Hornopirén, y haciendo compost con los residuos orgánicos (cáscaras de frutas y verduras, ramas secas, etc.), un excelente abono para nuestros invernaderos y plantaciones.