Satisfechos se fueron los representantes de la Embajada de Canadá Meaghan Pelton y Javier Figueroa, tras la visita realizada el 24 de enero a Hornopirén. El objetivo, conocer y supervisar la ejecución del proyecto “Incremento de la Productividad Apícola en Zonas Extremas del Sur de Chile”, uno de los siete proyectos financiados en el 2010 por el Fondo Canadá, cuyo objetivo es “estimular el desarrollo político, económico y social de las personas, grupos organizados y comunidades en el territorio nacional” (más información en www.canadainternational.gc.ca/chile-chili).
El proyecto involucró más de $9 millones en total, de los cuales $5.500.000 fueron aportados por la embajada de Canadá. El resto lo aportaron los socios del Comité Apícola de Hualaihué y las demás entidades participantes, como la consultora Geoecos de Hornopirén y la Universidad de Concepción, las que además prestaron asesoría y asistencia técnica para la ejecución del proyecto.
“El Fondo Canadá financia los proyectos que le parecen sostenibles en el tiempo. El nuestro lo es porque el objetivo fue montar cuatro planteles para la multiplicación de material biológico con filogenia certificable y conocida. Cada uno de estos planteles de apis mellifera (raza cárnica), está compuesto en esta primera etapa por ocho colmenas completas, con el material físico y biológico, la alimentación invernal, la medicación, el soporte técnico y la capacitación incluidos. Estas cuatro unidades se entregaron a cuatro socios del Comité Apícola de Hualaihué, los que concurrieron con un aporte de aproximadamente $620.000 cada uno. El compromiso que ellos adquirieron es retornar en el lapso de un año una cantidad determinada de miel y de reinas a las arcas del Comité”, explica Rodrigo Debia, presidente del Comité Apícola de Hualaihué y coordinador de este proyecto.
Otro aspecto importante es que el material biológico adquirido, es decir, las abejas, son de origen conocido y tienen filogenia demostrable y certificada, puesto que fueron traídas desde el campus Chillán de la Universidad de Concepción, uno de los pocos lugares en Chile en los que se están reproduciendo abejas de filogenia certificada. “De esta manera, en Hualaihué existirá un banco genético de abejas de origen conocido, lo que permitirá adquirir material biológico de calidad sin las complicaciones logísticas que tenemos hoy”, agrega Rodrigo Debia.
“Tenemos claro que la sustentabilidad no se da en la medida que regalas, sino en la medida que planificas una intervención y comprometes a la gente. Por eso es tan importante el aporte de los propios apicultores, para garantizar la correcta administración de los apiarios adjudicados”, expresa Mireya Anzieta, representante legal de Geoecos, quien acota que ése fue uno de los factores claves que influyeron en la selección de este proyecto por parte de la Embajada de Canadá, además del respaldo otorgado por la Universidad de Concepción y su consultora.
La visión de la embajada
Meaghan Pelton, Segunda Secretaria Política de la Embajada de Canadá en Chile, manifestó, tras conocer en terreno los detalles de esta iniciativa, que “yo tengo que pensar si los proyectos que seleccionamos son presentables o no ante la embajada y ante los canadienses que los financian con sus impuestos. Creo que éste es un proyecto que pasa la prueba, porque se nota que están trabajando bien, en equipo, y que realmente están impulsando el desarrollo de su comunidad y de su comité”.
Javier Figueroa, Coordinador del Fondo Canadá en Chile, añadió que “es importante que este tipo de iniciativas se den a conocer, así como las dificultades que hayan surgido en la ejecución de este proyecto, para que otras agrupaciones, sin importar si son de pescadores, de artesanos, o cualquier otra, sepan que si se trabaja bien, de manera coordinada y en equipo, es posible postular a este tipo de proyectos y sacarlos adelante”.
El rol del municipio
Yolanda Gutiérrez, una de las socias del Comité Apícola que se adjudicó una unidad de cría, agrega que “a mí el proyecto me aportó mucho, especialmente en conocimientos, porque las capacitaciones que nos hicieron estuvieron muy buenas y eran muy necesarias. Hace falta más apoyo de ese tipo por parte del municipio”.
“El Comité Apícola no es muy numeroso. Somos 15 personas pero todos estamos comprometidos y no estamos esperando que se nos regale nada. Estamos dispuestos a comprometer un nivel de tiempo y de recursos importante para seguir incrementando y mejorando nuestra producción y el desarrollo apícola comunal. Pero para seguir creciendo, y para que la actividad apícola se consolide en Hualaihué, necesitamos que el municipio se involucre. Es fundamental que se actualicen e implementen los registros apícolas, los procedimientos de ingreso de colmenas foráneas y que exista una estrategia y una visión de lo que queremos para la apicultura en Hualaihué, es decir, que el gobierno local se comprometa verdaderamente con esta actividad y con organizaciones como la nuestra, al igual que con cualquier otro proceso de desarrollo. Poco o nada se logra con tener herramientas como una Ordenanza Apícola si en la práctica ésta no opera ni se aplica”, concluye Rodrigo Debia.