La pesca artesanal es una actividad que constantemente pasa por momentos de crisis. Actualmente, y de manera adicional a otros inconvenientes, está el tema de los lobos marinos, cuyo aumento poblacional se ha transformado en un obstáculo para la pesca ya que dañan a la merluza y demás especies que son atrapadas por los espineles, provocando que esos productos no puedan ser vendidos ni consumidos.
Es importante plantearnos quién debe y cómo podría efectuarse un control de la población de lobos marinos, que actualmente son una especie protegida. A esto hay que sumar los frentes de mal tiempo propios del invierno, el bajo precio de la merluza, la rebaja en las cuotas pesqueras y la veda biológica del mes de agosto.
Nuestros pescadores artesanales están pasando por un muy mal momento, pero ellos no son incluidos en los registros formales de cesantía. Por tanto, constituyen una gran masa de cesantes encubiertos, a los que no llega ningún tipo de ayuda estatal.
Por todo esto es que el cupo que obtuvimos como comuna en el Programa Pro Empleo se nos ha hecho muy escaso. 30 cupos no es suficiente para cubrir la alta cesantía que dejaron las empresas salmonicultoras tras la crisis del virus ISA, y menos alcanza para apoyar a nuestros pescadores artesanales en esta crisis por la que están pasando.
En conjunto con la Federación de Pescadores Artesanales de Hualaihué le dimos a conocer esta situación a Sebastián Montes, Intendente de Los Lagos, porque necesitamos más puestos de trabajo y canastas familiares para nuestra comuna. Estamos esperando la respuesta.