Aprendamos a enfrentar las pataletas

Enero 6, 2009. Archivado en categoría: Sin categoría

            Lo primero es entender que los niños no hacen pataletas con el propósito de dañar o molestar a sus padres, sino que esta conducta es parte de su proceso de crecimiento. Las pataletas pueden presentarse por diferentes razones: deseos no satisfechos, como una forma para expresar rabia o como método para conseguir algo.

           Casi todos los niños pequeños tienen en ocasiones este tipo de episodios, especialmente entre los 2 a 3 años. Si se enfrentan bien, irán disminuyendo en intensidad y frecuencia hacia los 4 a 5 años.

           Los profesionales expertos en el tema afirman que no es posible evitar la aparición de las pataletas y como padres no debemos sentirnos culpables por eso. Se trata de una manifestación de emociones que el niño debe aprender a manejar y nuestro papel es ayudarlo en esa tarea.

           Los hijos de padres muy estrictos tienden a tener más pataletas. También, los hijos de aquellos padres que son demasiado permisivos. Por ello, la clave está en el equilibrio.

           Lo más importante cuando nos enfrentamos a una pataleta es mantener la calma. Los padres son modelos para sus hijos e hijas y si gritan o reaccionan enojándose no lograrán cambios favorables en la conducta del niño. Una atmósfera tranquila ayuda a recuperar el control. Se recomienda tomar al niño,  abrazarlo o hacer comentarios o actividades distractoras para que el niño centre su atención en otra cosa. Podemos premiarlo cuando se quede tranquilo, lo que es diferente a consentirlo para que se calle.

           Nunca debemos recurrir al castigo corporal. Los golpes no son una buena estrategia para enseñar a los niños y niñas, ya que con esto aprenderán a tener respuestas violentas y reaccionarán de manera agresiva en cualquier otra situación, como con sus compañeros y tías del jardín, por dar un ejemplo.

           Otro consejo es recurrir a la creatividad y al humor al momento de darle órdenes a nuestros hijos. En vez de decir ¡vas a bañarte!, digamos ¡hagamos una carrera al baño! Así los motivaremos y evitaremos el clásico ¡no quiero!, que muchas veces viene acompañado de llantos y pataletas.

           Si desea aprender más acerca de este y otros temas, ingrese a www.crececontigo.cl. Este es el sitio web de Chile Crece Contigo, una iniciativa gubernamental que pretende apoyar a los padres en el proceso de educar a sus hijos.

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