La celulitis es una alteración fisiológica y orgánica que puede presentarse en zonas como el vientre, caderas, nalgas, muslos y brazos, generando hoyuelos en la piel. Las mujeres son más propensas a padecerla, debido a la composición de su piel y al efecto de las hormonas.
El aspecto de cáscara de naranja propio de la celulitis es la manifestación exterior de lo que ocurre en el interior del cuerpo: la acumulación de grasa, agua y toxinas. Por ello, la principal recomendación de los expertos para eliminarla es llevar un estilo de vida saludable.
Algunos consejos son:
– Conservar un peso constante y saludable.
– Evitar comer entre horas.
– Reducir las grasas, los azúcares y la cantidad de sal en nuestra dieta, puesto que ésta es la principal causante de la retención de líquidos.
– Consumir 2 a 3 litros de agua por día, evitando los jugos artificiales, las bebidas gasificadas, el alcohol, el té y el café. Se sugieren los jugos de frutas naturales, los caldos vegetales y las infusiones de hierbas (sin azúcar).
– Consumir hidratos de carbono complejos presentes en cereales en grano, avena, arroz, y controlar el consumo de hidratos de carbono simples y refinados (azúcar, caramelos, chocolates, postres, mermeladas).
– Respecto a las proteínas, consumir máximo 2 veces por semana carnes de vacuno o ave (pollo o pavo, sin piel), al menos 2 veces por semana pescados, de preferencia azules (salmón, jurel, sardina, preparados al horno o a la plancha, no fritos), 2 a 3 huevos semanales (cocidos), 2 porciones semanales de legumbres y lácteos descremados (3 a 4 porciones diarias).
– Disminuir el consumo de grasas (mantecas, margarinas, quesos duros).
– Evitar los fiambres, embutidos, salchichas, hamburguesas comerciales, pescados enlatados y los alimentos fritos en general.
– Evitar el tabaco, por su efecto tóxico sobre el tejido celular.
– Regular el hábito intestinal, ya que el estreñimiento es uno de los mayores problemas relacionados con la celulitis. Para esto, la dieta debe ser rica en fibra e incluir un mínimo diario de dos raciones abundantes de vegetales crudos o cocidos y de frutas. Preferir las frutas de bajo índice glicémico, como los berries (ideales para el estreñimiento), el kiwi, la naranja, el pomelo y la piña, todas con un alto contenido de vitamina C (alivia el estrés y tiene cualidades laxantes), además de la pera, la manzana, la chirimoya, el membrillo y la ciruela, que ayudan a eliminar las toxinas y los líquidos retenidos. Esto se puede complementar con frutos secos (unos 30 gramos al día) y cereales integrales con alto contenido de fibras, como la avena, el salvado de trigo, la linaza y la semilla de chia. Respecto a las verduras, la zanahoria ayuda especialmente a la piel por su alto índice en betacarotenos. Muy recomendables son también el hinojo y el apio, diuréticos que además ayudan a equilibrar los niveles hormonales.
– Mejorar la circulación sanguínea. Para esto, un truco sencillo es acabar las duchas con agua fría. Se deben evitar las prendas muy ajustadas que impidan una correcta circulación.
Igual de importante es activarnos, porque el sedentarismo hace que no quememos las grasas suficientes y que éstas se acumulen en nuestro cuerpo. Caminar una media hora diaria puede ser un buen comienzo.
Las cremas anticelulíticas, aplicadas a diario con un masaje circular, pueden ayudar a mejorar el aspecto de la piel con celulitis, pero no son milagrosas. Serán inútiles si no hacemos ejercicio y mejoramos nuestra dieta y estilo de vida en general.
Agradecimientos: Carol Quintana, nutricionista del CESFAM de Río Negro – Hornopirén.