Tras tres jornadas de trabajo grupal, el sábado 16 de octubre culminó el programa “Apoyo a la Dinámica Familiar” de la Fundación Prodemu en Hornopirén, el que contó con el apoyo logístico y del equipo de la Unidad de Intervención Familiar de la Municipalidad de Hualaihué.
22 personas asistieron a las sesiones en la capital comunal, replicándose lo realizado en agosto en la localidad costera de Aulen.
Isabel Oyarzún, asistente social de la Fundación Prodemu que estuvo a cargo de los talleres en Aulen y en Hornopirén, expresó que “los beneficiarios fueron muy receptivos y participativos. Algo destacable fue que vinieron matrimonios, porque por lo general asisten sólo mujeres a estos talleres. Eso enriqueció mucho la experiencia, ya que pudimos realizar un trabajo más integral”.
En estas tres jornadas, los beneficiarios –jefes y jefas de familia del Programa Puente y Chile Solidario- aprendieron sobre comunicación efectiva, autoestima, resolución de conflictos y violencia intrafamiliar, entre otros temas.
Daniel Alcázar, apoyo familiar del Programa Puente en Hualaihué, agregó que “son temas importantes en la zona, porque los afectan directamente. Hablar y aprender sobre ellos les sirve para apoyar sus relaciones familiares y para aconsejar a otras personas”.
Los beneficiarios coincidieron en que la experiencia fue positiva. Hortensia Navarro dijo que “me pareció fantástico, hemos aprendido y hemos podido conocer las vivencias de los demás, lo que es muy importante para aprender a respetar y a valorar a las demás personas”.
Daniel Parancán, otro de los asistentes, manifestó que, para él, lo más valioso fue el obtener herramientas para solucionar los conflictos familiares.
Mariela Maldonado opinó que “la experiencia fue muy positiva. Como dueña de casa, uno está siempre en el hogar, así que sirve mucho tener vivencias nuevas y compartir con otras personas con las que no siempre se puede compartir. Eso es bueno para la autoestima también, el comunicarse con otras personas y aprender de ello”.
“Es muy bonito que nos juntemos y tratemos los temas que nos aquejan, porque hay muchos problemas que uno no conversa con nadie, se guardan y pasan a ser como enfermedades crónicas para la familia. Estos talleres han sido beneficiosos para aprender a solucionar los conflictos, a salir adelante, de la rutina, de lo negativo”, añadió María Báez.