El poeta y artista visual No Vásquez (seudónimo de Nelson Vásquez Torres) es una especie de fantasma marginal que ha hecho una poesía urbana de altísimo valor estético sin abandonar su residencia campestre ubicada en las inmediaciones del aeropuerto de El Tepual, cercano a la ciudad de Puerto Montt.
Se trata de un poeta erudito e informado en las actualizaciones de la
modernidad. Su lenguaje difiere sustantivamente del estándar sintáctico empleado por la gran mayoría de los autores y autoras del sur, quienes se mantienen apegados a las normativas de la Real Academia de la Lengua Española. El lenguaje de Vásquez ya no es un referente territorial sino que se instala como un código cultural extensivo, un intérprete de la globalización que habita entre vacas y gallinas, sin embargo. En sus páginas son frecuentes los números, los signos porcentuales y monetarios, todo en variedad de formatos y dimensiones.
Si bien emplea recursos de las artes visuales en su propuesta, ésta se configura a partir de expansiones, contracciones y circunvoluciones de la tipografía, sin recurrir a la gráfica explícita o la fotografía, experiencia antes probada por los poetas alemanes de posguerra, especialmente la poesía concreta de Eugen Gomringer (1925) y la de Gerhard Rühm(1930). Y ciertamente la poesía de experimentalistas como Ernst Jandl (1926) o Helmuth Heissenbüttel (1921) de quien pudo haber asimilado el empleo persistente del signo “&” presente incluso en los títulos de portada de los libros de Vásquez. En Chile su antecedente más cercano en relación con este experimentalismo sería Juan Luis Martínez, pensando en 1984, año de la publicación del primer libro de No Vásquez.
Pero la gracia de Vásquez es haberse atrevido a incorporar esta signatura en la poesía del sur de Chile, no por el mero propósito de experimentar, que ya sería bueno, sino para contextuar el potente efecto que producen sus versos cargados de humanidad, crítica social y desolación espiritual, como se aprecia en su libro “L&vertad”(1), del que autoeditó sólo 200 ejemplares, escrito de formato modernista imposible de transcribir. Acá unos versos de esta obra:
los felices no me quieren
voy solo por el mundo, desarmado, sobreviviendo a mis muertos y a mis heridos de muerte. He tenido que amar, orar y pensar el mundo a escondidas para no ser condenado. Bajo el cielo, desteñido como mis blue jeans, voy buscando entre los cadáveres mi rostro. Los crecientes costos de mantenimiento y los altos impuestos han hecho que este planeta sea antieconómico e inhabitable. Nuestra juventud ha sido una bandera a media asta. Debemos florecer aunque sea marchitos.
No Vásquez acaba de publicar su primer libro “formal”, llamado “Revo&Lusion”(2), editado con fondos públicos regionales, que el autor considera una continuación del anterior. En este volumen se observa un incremento de la signatura abstracta por sobre el verso lineal, pero conservando su agudeza en la observación de las realidades:
dichadura forever
Dios es extranjero
Somos extranjeros en su reyno
No somos República somos provincia
No somos ciudadanos somos habitantes
Liquidación Falabella
GOOD SAVE THE QUEEN
Los peces son nuestros
El anzuelo es extranjero.