Estamos en el momento preciso para luchar en contra de la chaqueta amarilla o Véspula Germánica, puesto que en esta época las reinas salen a buscar comida para alimentar a las larvas que posteriormente darán origen a las obreras. Por lo tanto, ésta es la época para frenar la formación de los panales de esta avispa.
La chaqueta amarilla es un insecto omnívoro, es decir, capaz de digerir carnes o vegetales, por lo que provoca estragos en la agricultura y la apicultura, entre otros rubros.
Al igual que las abejas o las hormigas, estas avispas tienen un comportamiento social, siendo su ciclo anual el siguiente:
La reina hiberna fecundada y a comienzos de primavera se encarga de comenzar a construir el nido donde coloca los huevos, desde donde se originan las primeras larvas. Éstas son alimentadas por la reina por un mes, hasta que se transforman en obreras.
Posteriormente, las obreras se encargan de la alimentación de las nuevas larvas y la reina no vuelve a salir del nido, dedicándose a poner huevos, llegando a producir hasta 14 panales unidos con 8.000 a 14.000 obreras. Hacia finales del verano aparecen los machos adultos, es por ello que en esa época se tornan más dañinas, ya que deben incrementar su búsqueda de alimentos azucarados para satisfacer la demanda de las larvas y de los machos.
En otoño se construyen las celdas de nuevas reinas. Cuando éstas maduran, lo que ocurre a fines del otoño, se produce la cópula, y así las reinas fecundadas pasan el invierno en lugares secos y protegidos.
El control de las chaquetas amarillas
Actualmente hay dos herramientas eficaces para reducir la abundancia de avispas: trampas con cebos tóxicos y trampas artesanales, las que se describen a continuación.
Trampas con cebos tóxicos: Son elaborados a partir de carne mezclada con insecticidas que tienen como ingrediente activo el triflumuron (Alsystin® o Baycidal®), el que permite controlar las larvas del insecto. Es necesario utilizar este insecticida de acuerdo a la dosis estipulada por el fabricante.
Las avispas adultas retiran trozos de carne o pescado impregnada del cebo, llevándolos al avispero donde las larvas lo ingieren y mueren por intoxicación. Además, como las obreras son alimentadas por las larvas, mueren de hambre. Lo más eficaz es utilizar este mecanismo al comenzar la primavera, para lograr la atracción de la reina y de las primeras obreras.
Procedimiento: Cortar la parte superior de una botella plástica. Adosar alambres desde la parte inferior de la botella para colgarla y colocar el cebo proteico (carne) en el fondo de ésta. Aplicar el producto a base de triflumuron sobre el cebo (5 cc de producto por 10 kg de cebo). Instalar a no menos de 1.5 metros de altura para evitar que animales domésticos se intoxiquen, y a una distancia de 50 x 50 metros entre sí. Colocar entre seis y diez trampas con cebos tóxicos por hectárea. Externamente, las botellas deben estar rotuladas con la palabra VENENO. Revisar cada cuatro días, considerando que el cebo se seca o pudre, dejando de ser atractivo para las avispas. Mantener los cebos con carne impregnada si se continúan observando poblaciones de chaqueta amarrilla.
Trampa artesanal:
Procedimiento: Llenar con chicha un cuarto de una botella plástica (de bebida desechable). Colgar la botella desde la parte superior con alambre. Colocarla a una altura cómoda, de 1.5 metros aproximadamente. Vaciar y recargar la trampa cada dos días (se puede reutilizar la chicha). Ubicar por lo menos diez trampas en el perímetro que rodea el lugar a proteger. Utilizar durante toda la temporada para disminuir las poblaciones de obreras, al quedar éstas retenidas en ellas.
Como lo afirman los profesionales del Proyecto Apícola de la UACH, para que el control sea efectivo es necesario que todas las áreas de producción actúen en conjunto, puesto que todas se ven afectadas. Es importante comenzar ahora, porque por cada reina eliminada se formará un avispero menos en la temporada.
Si le quedan dudas puede dirigirse al equipo PRODESAL de su respectiva comuna, quienes los pueden guiar de manera más detallada.
Nota:
Esta información fue proporcionada por el equipo PRODESAL de Hualaihué y se basa en los estudios de Miguel Neira, Jefe del Proyecto Apícola de la UACH (www.agrarias.uach.cl/apicola) y en las investigaciones de Patricia Estay Palacios (www.inia.cl/entomologia/mpur/DOC007PEP.pdf).