Por Clare Miller, estudiante de antropología de la Universidad de Harvard (Boston, EEUU)
Durante una estadía de dos meses he estado viviendo y trabajando en Chile, en la Fundación Patagonia Sur (FPS). Ésta lidera proyectos de Educación en Inglés y de Educación Ambiental, de reforestación de especies nativas a través de un vivero y de Desarrollo Productivo con las comunidades de Palena y Futaleufú, los que han empezado a tener un fuerte impacto en sus habitantes.
Junto a esto tienen un proyecto relacionado con el Desarrollo Turístico de la Reserva Lago Palena, donde, en conjunto con la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la consultora ambiental SurAmbiente, elaboraron una línea base sobre la reserva, identificando la flora, la fauna y el ecosistema de ésta. También confeccionaron un Plan de Manejo y pretenden definir los objetivos para el desarrollo de la reserva en conjunto con la comunidad.
Este proyecto, y el desarrollo turístico en general de esta región, me hizo reflexionar mucho sobre las similitudes y diferencias que hay entre Estados Unidos y Chile. Una de las similitudes apunta justamente a las semejanzas que existen entre la ciudad en que nací, Whitefish, en Montana (en el noroeste de EEUU), y Palena. Sobre todo, con el Whitefish de hace unas décadas atrás.
Después de haber conversado con varios colegas de la FPS, los funcionarios de CONAF y la gente de Palena, una idea en particular surgió en repetidas ocasiones: el deseo compartido de convertir a Palena en una “comunidad gateway”, sostenida por el turismo que se podría desarrollar en la Reserva Lago Palena. Este plan, aunque suene ambicioso, es totalmente posible, evidenciado por el éxito de Whitefish como “comunidad gateway” respecto al Parque Nacional Glacier, también conocido como “la Corona del Continente”.
En términos generales, una “comunidad gateway” es un pueblo pequeño, de menos de 10.000 habitantes, y que se sitúa cerca de terrenos públicos como parques, reservas o monumentos nacionales. En el pasado, las “comunidades gateways” solían depender de la extracción de recursos naturales para su estabilidad económica. Pero a medida que ha pasado el tiempo, muchas se han concentrado en el turismo recreativo como principal estrategia de negocio.
En Whitefish, por ejemplo, aunque todavía se trabaja fuertemente la agricultura, las industrias mineras y madereras perdieron el protagonismo hace muchas décadas atrás. Éste podría ser un buen ejemplo para el pueblo de Palena, que a través del desarrollo de su reserva podría hacer del turismo su principal fuente de ingresos.
El pueblo de Palena, ubicado en un rincón de los Andes, se encuentra en un área del mundo de una belleza singular, totalmente aislado de cualquier centro urbano. Sin embargo, enfrenta un obstáculo muy grave: su aislamiento. Actualmente, es difícil llegar a Palena por la Carretera Austral y la Reserva Lago Palena es desconocida tanto por chilenos como por extranjeros. Para visitarla hay que realizar un viaje de dos días a caballo por un estrecho camino de tierra. Por lo tanto, antes de que Palena pueda soñar con convertirse en un destino turístico cotizado, es necesario mejorar las condiciones de acceso a esta comuna y a la reserva.
El ejemplo del Parque Nacional Glacier
La historia del Parque Nacional Glacier se remonta a 1910. Esta reserva se fundó después de un gran trabajo de promoción encabezado por el “Great Northern Railroad” -el Gran Ferrocarril del Norte- cuya ruta recorría la frontera sur del parque. En ese momento, el parque disponía de más de 400.000 hectáreas, mayormente inexploradas debido a la falta de accesos e infraestructura. Los turistas iban principalmente al Lago McDonald, donde se podían tomar tours en barco y estaban habilitados algunos caminos para atravesar a caballo.
En el año 1932 se completa el camino “Going to the Sun” (Camino al Sol), que bifurca el parque y es la única ruta para llegar a sus senderos y cumbres más escondidas. Esto permite que el parque se abra a una variedad mucho más amplia de visitantes. Actualmente, más de dos millones de personas visitan el lugar cada verano, la mayoría de los cuales caminan por el “Going to the Sun”, pasan por el centro de visitantes y alojan en alguno de los varios hoteles históricos del parque.
La Reserva Lago Palena y el Parque Glacier no son iguales. La de Palena es una reserva distinta, ubicada en un país distinto. El pueblo de Palena, la Fundación Patagonia Sur y CONAF tienen sus propias particularidades y tienen una visión del turismo que es distinta a las metas que antes existían para el Parque Glacier o el pueblo de Whitefish. Pero justamente eso es lo atractivo: que las experiencias que se tuvieron en el Parque Glacier, tanto positivas como negativas, ayuden al desarrollo turístico y al futuro de la Reserva Lago Palena.
Por ejemplo, con el Parque Glacier se realizó una fuerte campaña de marketing. Palena se vería muy beneficiado si es que logra tener mayor difusión. Es necesario implementar una campaña que articule a todos los actores que trabajan por mejorar la calidad de vida de los residentes de Palena, entre los que se encuentra la FPS, CONAF y el municipio, entre otros. Algo esencial es crear una página web con los atractivos del área que se vincule con los sitios web que promocionan el turismo patagónico.
Los desafíos que enfrenta la reserva
Los turistas piden buenos restaurants, cafés y agradables lugares para dormir, por lo que mejorar los servicios también es vital. Aunque a algunos les guste explorar tierras salvajes, rara vez quieren dejar atrás todo rasgo de civilización y muchos viajeros no visitarían ningún lugar verdaderamente virgen sin un guía confiable y las comodidades propias de una zona urbana. Por esto, CONAF debe seguir trabajando en mejorar el acceso a la Reserva Lago Palena y debe construir refugios dentro de la reserva. Existen guías disponibles cerca de Palena y es probable que muchos visitantes utilicen sus servicios mientras viajan por la reserva. Para los que prefieren viajar solos, es recomendable publicar mapas detallados y comprensivos del área, que incluyan senderos, ríos y las características topográficas.
La comunidad de Palena también tiene una tarea importante, que es valorar y difundir la reserva como un eje de desarrollo de la zona. Los comerciantes locales deben seguir capacitándose y mejorando su servicio a los turistas, conservando su estilo, que es muy propio y cálido, pero también innovando e incorporando nuevas ideas. Por ejemplo, ampliando los horarios de atención y ofreciendo una mayor variedad de productos.
Estoy segura de que los residentes de Palena entienden que la Reserva Lago Palena es un tesoro único que debe ser compartido con quien sea capaz de apreciarlo. La reserva abarca bellas cascadas, lagos prístinos, bosques y las majestuosas montañas de los Andes. Pero antes de promocionar tal belleza a los extranjeros, los residentes de Palena deben ser los primeros en apreciar sus cualidades únicas y enorgullecerse de los ricos recursos naturales que existen en sus alrededores.
Siempre me acordaré del verano en que trabajé en la Patagonia. Me siento privilegiada por haber tenido la oportunidad de visitar Palena, un pueblo muy lindo situado en un paisaje realmente asombroso. Como destino turístico dispone de mucho potencial inutilizado, pero creo que con un poco de tiempo y ayuda, además de muchísimo dinero, podrá transformarse en una “comunidad gateway” modelo, cuyo ejemplo podría replicarse a lo largo de todo Chile. Sin duda, la Reserva Lago Palena es un lugar espectacular, especial para los aficionados al aire libre, que podría complementar la oferta cultural, histórica y natural de esta provincia y de la Patagonia en general.