Para la piel
Las frutas y hortalizas de color amarillo y anaranjado, al igual que las verduras de hoja verde, contienen buenas dosis de betacaroteno, precursor de la vitamina A. Esta vitamina es indispensable para la formación de los tejidos, las mucosas y las células de la piel. También actúa como antioxidante, porque contribuye a frenar la acción de los radicales libres, los principales causantes de los procesos de envejecimiento.
Por eso se sugiere consumir frutas como el durazno, el damasco, el melón y el caqui, y verduras como el zapallo, la zanahoria, la acelga, el perejil, el berro, el repollo, la espinaca y la lechuga.
Los cítricos, el kiwi, las frutillas y frambuesas, los berros, la familia de las coles y el perejil son alimentos ricos en vitamina C. Además de su papel antioxidante, son imprescindibles para la buena cicatrización de las heridas e intervienen en la producción de colágeno, que otorga elasticidad a la piel y retarda su deterioro.
El plátano, por contener zinc, también funciona como antioxidante, impulsando la renovación de las células cutáneas y tonificándolas. No debemos olvidar al tomate, que aporta un pigmento con cualidades antioxidantes: el licopeno. Para la cara es recomendable el té verde, porque su alto nivel de polifenoles protege de la radiación solar y reduce los efectos del envejecimiento.
Es aconsejable ingerir una ración diaria de frutos secos, en porciones moderadas porque estos alimentos tienen muchas calorías. Son fuente de vitamina E, al igual que los vegetales de hoja verde y las frambuesas. Ayudan a reducir la oxidación celular y el envejecimiento de la piel, dándole elasticidad e incluso borrando algunas manchas cutáneas. Las nueces y avellanas tienen cobre, que actúa como antiinflamatorio.
Para las uñas
La espinaca, por poseer mucha vitamina B, ayuda a que las uñas crezcan. Se recomienda consumirla tres veces a la semana. El yogurt, por su parte, tiene calcio y proteínas que fortalecen las uñas, evitando que se quiebren. Lo ideal es optar por los yogures bajos en grasa.
Para el pelo
El pescado es muy bueno para el cabello, porque entrega grandes cantidades de ácidos Omega 3, que dan brillo y fuerza al pelo, al igual que los porotos, cuya fibra lo fortalece. Se debería comer pescado y porotos por lo menos dos veces a la semana.
Para la sonrisa
Para que nuestra sonrisa se luzca, los cereales son una buena opción, porque la vitamina D que hay en ellos facilita la absorción de calcio, fortaleciendo huesos y dientes. La manzana limpia los dientes y purifica la saliva, previniendo las caries.
Es importante recordar que estos alimentos hay que complementarlos con la ingesta de por lo menos dos litros de agua al día, para mantenernos hidratados.