Una de las carencias principales de esta comuna era, y sigue siendo en algunos lugares, la electrificación. Sin energía eléctrica la población debe realizar un esfuerzo muy grande para subsistir. Sin electricidad es difícil que surja cualquier tipo de desarrollo.
Poco a poco se ha ido electrificando la comuna, mediante Proyectos de Electrificación Rural que financia el Gobierno de Chile y que ejecuta SAESA en este caso. Se comenzó hace muchos años en Hornopirén y posteriormente se ha ido abarcando buena parte de la comuna, aunque sabemos que falta llegar a varias comunidades, como a las localidades isleñas y a algunos sectores del continente, donde, por diversos obstáculos, se han retrasado los proyectos.
En estos momentos está en marcha un proyecto muy importante, el de Electrificación Rural de las comunidades de Rolecha, Curamín, Nao y Tentelhué, donde por muchos años se ha añorado este servicio. Hoy se están poniendo los postes, los tendidos y las instalaciones interiores (tres ampolletas y tres enchufes), desarrollándose todo de la mejor forma.
Quiero destacar la buena predisposición de SAESA, que le dio prioridad a este proyecto por sobre otros en la Región de Los Lagos, siendo éste uno de los proyectos de mayor envergadura que la empresa está ejecutando actualmente.
Estamos contentos de ver que las etapas se han cumplido y estamos trabajando para que terminando con Rolecha podamos comenzar con Quetén, que es la única comunidad que falta por conectarse al circuito de electrificación, independiente de que está pendiente también Puntilla Pichicolo, donde tenemos un problema de terreno, y la electrificación rural de otras zonas a las que no ha llegado el circuito por encontrarse más apartadas, como La Arena, Cholgo y los territorios insulares.