Suele suceder que las madres postergan la preocupación por la salud bucal de sus hijos hasta la etapa en que el niño/a presenta su dentición temporal completa (dientes de leche), siendo muy común que acudan a su primera consulta odontológica recién a los 4 años, cuando ya presentan graves problemas.
El niño/a adquiere conocimiento del mundo a través de la boca, por eso es tan importante cuidarla. Hasta los 7-9 meses la succión es una necesidad fisiológica, que luego puede pasar a ser una necesidad sicológica no menos importante.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que la lactancia materna se prolongue hasta los 6 meses y que el destete sea gradual. A partir del cuarto mes el bebé no debe estar amamantando de madrugada, de manera que a los 10-12 meses haya dejado de amamantar por completo.
Siempre que sea posible, la lactancia materna debe realizarse el tiempo recomendado, ya que contribuye al desarrollo óseo y muscular de la cara y satisface la necesidad de succión del bebé, además de contribuir a la formación de su sistema inmunológico. Si no es así, existe el riesgo de que el niño adquiera malos hábitos, como la succión no nutritiva (uso de chupete, chupar el dedo).
El uso de mamadera desde el nacimiento o dentro de los 3 primeros meses desarrolla un reflejo de succión y deglución inadecuado que no permite una completa maduración de los músculos, lo que también conduce a malos hábitos que pueden terminar en complicadas alteraciones (de la mordida, fonéticas, etc.).
A los 6 meses el niño/a puede comenzar a alimentarse de papillas y a los 16-18 meses, con la salida del primer molar de leche, está habilitado/a para alimentarse de picados. Es importante respetar estos cambios y tiempos en la alimentación, porque de eso depende el desarrollo adecuado de la boca y los músculos de la cara en general (posición correcta de la lengua y mandíbula, desarrollo de la neuromusculatura, etc.).
A los 12 meses, de existir uso de mamadera, ésta debe ser reemplazada por taza. Debe evitarse absolutamente el uso de mamadera mientras el bebé se duerme o durante la noche.
Por otro lado, existen múltiples factores que se conjugan para producir Caries de Inicio Precoz, es decir, niños menores de 3 años con un gran número y extensión de caries. Un niño se encuentra en alto riesgo de sufrir caries temprana si:
- Amamanta o usa mamadera con una frecuencia mayor a 6 veces al día una vez iniciada la erupción de los dientes.
- Consume con frecuencia alimentos azucarados.
- Toma pecho o mamadera en la noche una vez iniciada la erupción de los dientes.
- Tiene más de dos años y usa mamadera.
- No le cepillan los dientes. Esto debe realizarse por lo menos en las noches y debe iniciarse incluso antes de la salida de los dientes de leche, limpiando con una gasa humedecida las almohadillas gingivales (donde saldrán los dientes). Una vez que aparece el primer molar de leche se debe comenzar a usar cepillo, aunque sin pasta porque la tragan. A partir de los 3 años pueden empezar con la pasta para niños y desde los 6 con la de adultos.
Nunca está demás recordar que hasta aproximadamente los 6 años la salud bucal de los niños depende exclusivamente de LOS PADRES.
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