“No hay días malos para los mapuches”, manifestó Joel Maripil, de la comunidad indígena de Quechocahuín (a 90 km de Temuco), en referencia a la lluvia que caía sobre Hornopirén mientras él encabezaba la ceremonia de celebración del Año Nuevo Mapuche.
Esta fiesta, que en mapudungún se denomina Wetripantu (We=Nuevo/Tripantu=Año) es un rito anual mapuche que se celebra el 24 de junio, día en que se conmemora la renovación del equilibrio de la naturaleza.
Si bien en Hualaihué se realizó con algunos días de anterioridad, el sentido es el mismo: saludar y agradecer al mar, al sol y a los demás elementos y fuerzas de la naturaleza, pidiendo porque el nuevo año sea productivo en términos de siembra y cosecha.
Según la cosmovisión mapuche, antes del Wetripantu existe la noche más larga del año. Se sostiene que el momento del regreso del sol se produce al terminar la noche del 23 de junio. En el instante en que asoma el sol en el este o puel mapu, se da paso al nuevo ciclo de vida.
Es la segunda vez que esta festividad se realiza en Hualaihué. Después de la ceremonia, los asistentes se reunieron en el comedor del Liceo de Hornopirén, en donde se compartió un almuerzo y se aprovechó de conversar acerca de las distintas problemáticas que enfrentan las diversas comunidades indígenas.
Tras breves discursos de los representantes de las siete comunidades indígenas asistentes, Fredy Ibacache, Alcalde de Hualaihué, destacó lo importante que es volver a nuestras raíces. “Hace muchos años vivían aquí pueblos nómades que pasaban por esta zona, se quedaban un tiempo y luego se iban, dedicándose principalmente a la recolección de mariscos. Luego llegaron los españoles y comenzaron a buscar el oro en este sector. Encontraron el alerce, y para trabajarlo esclavizaron a los pueblos originarios. Los evangelizaron, les impusieron sus costumbres, su manera de pensar, y así se fue dejando de lado lo que era nuestra cultura”, manifestó.
Agregó que “fuimos conquistados en todo aspecto, por eso creo que es necesario volver a nuestras raíces y darnos cuenta cómo fueron los pueblos originarios. Tenemos un tremendo compromiso de rescatar toda esta cultura que a uno a veces le parece extraña, pero que es nuestra al fin y al cabo”.
Por ello invitó a los presentes a aprovechar los servicios que ofrece la Oficina Municipal de Asuntos Indígenas, que está para prestar apoyo a las comunidades indígenas y sus respectivas iniciativas.
José White, Presidente de la recién formada Asociación de Comunidades Indígenas de Hualaihué, dijo estar muy satisfecho con la asistencia de las comunidades a la celebración, que superó con creces a la del año pasado. “Es bueno que cada vez se vean más personas y que los sectores se vayan organizando, la idea de la asociación es que estemos unidos y que solucionemos entre todos los problemas de cada comunidad, porque agrupados podremos defender mejor nuestros derechos”, acotó. Actualmente la asociación cuenta con siete comunidades socias, pero José White aspira a llegar a diez a fines de este año.
Joel Maripil, quien también estuvo presente en la ceremonia del año pasado, expresó que “me parece muy positivo que se estén organizando más en Hualaihué, esto permite un mayor desarrollo y comprensión humana entre todos, con lo que nace la esperanza de poder vivir mejor. Se nota que existe una sed por conocer la cultura mapuche, lo que me pone muy contento”.
Además se aprovechó la ocasión para invitar a los asistentes y a todos los interesados al Taller de Cosmovisión Mapuche e Instrumentos Musicales que se está realizando los sábados de 12:00 a 20:00 hrs. en la Sede Social del Barrio Cuchildeo de Hornopirén. Este cuenta con el apoyo del Programa Creando Chile en Mi Barrio del Consejo de la Cultuara de la Región de Los Lagos.