La idea se gestó hace bastante tiempo, cuando Patricia González, de Rolecha, era monitora del Programa Conozca a su Hijo (CASH) de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) en Tentelhué, labor que realizó por 3 años. Hacia el 2009, cuando ese programa cesó en esa localidad, les propuso a las mismas mamás del CASH y a la Junta de Vecinos de Tentelhué que postularan al PMI (Programa de Mejoramiento de Atención a la Infancia, también de la JUNJI).
“Me apoyaron, así que postulamos y en el 2010 comenzamos”, comenta Patricia González, quien fue elegida coordinadora del programa por la misma comunidad. Agrega que “un PMI es una modalidad alternativa a los jardines infantiles, en que la misma comunidad ayuda a cuidar y educar a sus hijos. Como acá la mayoría de los papás son pescadores y muchas mamás son recolectoras de orilla, los niños estaban bastante solos, a la deriva, sin mucha motivación ni estimulación”.
Según se explica en la página www.junji.cl, el PMI es “un proyecto educativo que la comunidad elabora asesorada por la JUNJI y que está dirigido a niños y niñas menores de seis años de edad que en su barrio o sector no cuentan con jardines infantiles o salas cuna, o no disponen de vacantes en ellos. El PMI, a la vez, apunta a que la familia participe activamente en el cuidado y la educación de sus hijos a través del voluntariado de madres, abuelas, tías o vecinas que han trabajado con niños o tienen interés y tiempo para hacerlo”.
Efectivamente, el PMI, que funciona en la sede social de Tentelhué, ha logrado convocar a gran parte de la comunidad local. Además de Patricia, dos vecinas son las ejecutoras, las que administran, de manera voluntaria, los recursos que anualmente les asigna la JUNJI. Por otra parte, este año cuentan con una segunda coordinadora, Jimena Árgel, puesto que aumentaron su jornada de media a completa. Además, todos los días cuentan con el apoyo de las mamás, quienes de manera voluntaria ayudan en el cuidado y educación de los niños.
El municipio también colabora y le paga mensualmente a una mamá como ayudante. Para que sea equitativo, las mamás que se encuentran disponibles se turnan y trabajan un mes cada una, por ejemplo, manejando el furgón para trasladar a los niños.
“Estamos muy agradecidos, porque nos hemos afiatado y hemos conseguido muchas cosas como grupo de padres. Contamos con la colaboración de los vecinos, de los concejales, y hemos tejido una red con varias instituciones, como la municipalidad, la JUNJI, la iglesia, la Escuela de Rolecha, el Programa Chile Crece Contigo, etc. En lo personal, agradezco enormemente la confianza que han depositado las mamás y papás y la comunidad en general en mí”, dice Patricia González.
Manuel González, presidente de la Junta de Vecinos de Tentelhué, opina que “el PMI ha sido muy beneficioso para la comunidad y es algo muy necesario para los más chicos. Nosotros los apoyamos en todo lo que requieran y lo seguiremos haciendo”.
La opinión de las mamás
Para Sandra Árgel Guerrero, madre de 5 hijos, el PMI ha sido de gran ayuda. “Sirve cualquier cantidad, especialmente cuando se tiene hartos hijos, porque así las mamás tienen tiempo para trabajar y hacer sus actividades. Por otra parte, he notado que mi hijo, que entró este año a 1º básico en la Escuela de Rolecha y que el año pasado estuvo en el PMI, se ha desenvuelto bastante bien en las tareas y en la parte social. El primer día se quedó solito sin llorar ni nada”, relata.
Para Karina Kayún, mamá de dos gemelos de dos años, el PMI le ha servido para integrarse a la comunidad: “Llegué de Aysén hace casi 5 años. Me integré al CASH cuando estaba embarazada y ahora traigo a los chicos al PMI. Las otras mamás me han ayudado con la crianza, además tenemos reuniones los fines de semana, llegué a ser secretaria de la junta de vecinos, fui parte de la directiva del PMI el año pasado y creamos una organización indígena. El PMI beneficia a los niños y a la comunidad en general, porque antes no teníamos nada, en cambio ahora la sede está muy arreglada, logramos ampliarla con el apoyo de la municipalidad y de JUNJI, tenemos una combustión lenta, dos baños, etc. La gente se ha dado cuenta de que estamos preocupados por la comunidad y nos apoya”.
Jimena Árgel, la otra coordinadora del PMI de Tentelhué, cuenta que ella trabaja con Patricia desde el CASH, cuando cuidaba a los niños mientras Patricia trabajaba con las mamás. También colaboró el año pasado con el PMI. “Aquí los niños entraban de 0 a la escuela, sin saber manejar un lápiz, nada. Nosotros trabajamos con cuadernos y lápices con los más grandes, para que vayan conociendo las letras, los números. Pero tenemos materiales para todas las edades y más que nada se trata de jugar con los niños, de acompañarlos, acogerlos. También ocupamos materiales de la zona, como semillas, hojas, frutos, y nos preocupamos de rescatar la cultura local, las tradiciones, por ejemplo, a través de los juegos que realizamos”.
También en Curamín
Tentelhué no es la única localidad que cuenta con un PMI. Gracias a las gestiones de Patricia Mancilla, quien el año pasado era apoderada y ejecutora del PMI de Tentelhué, ahora también hay un PMI en Curamín, que funciona en la sede social de esa localidad. Comenzaron en diciembre del año pasado y están trabajando desde entonces, atendiendo a 16 niños.
“Las actividades son variadas: en el verano recolectamos material en la playa, hacemos trabajos con arena, a los chicos también les gusta hacer dibujos con témpera, bailar, etc. Y la municipalidad colabora contratando a una mamá mensualmente”, dice la coordinadora, quien de todas formas cuenta con el apoyo de otras mamás que asisten de manera voluntaria. La comunidad también está muy involucrada: “Hemos hecho beneficios para pintar el piso de la sede, bingos bailables, y estamos postulando a un furgón para el traslado de los niños”.
Más información sobre el PMI y otros programas educativos de la JUNJI en www.junji.cl.